Es lunes y salgo apurado de mi casa, solo tengo media hora para llegar temprano a mi primer día en la universidad; rápidamente subo al primer autobús que dobla la esquina y hago un juego mental para escoger alguno de los 10 asientos vacíos, elijo el mas cómodo , según yo, es decir: uno que no dé justo al sol y que primordialmente este cerca de la ventana ¿porque?, fácil, para no tener que ceder el asiento a alguna viejecita cuando se llene el micro; me siento, o mejor dicho, me desparramo como un huevo en el asiento, pongo algo de música en mi desfasado mp3 y miro por la ventana, veo a las personas caminar por la calle, gente que esta de lo más feliz, parecen no tener preocupaciones, hacen ver que vivir es fácil, imagino que cada quien vive en su mundo, tranquilos y sin líos; ojala yo pudiera hacer lo mismo, pero.... infinidad de situaciones me han obligado a ser un tipo introvertido, afligido tal vez, un tipo que lleva dentro sí el peso del mundo (los jodidos problemas del pasado)… apago la música y me propongo un juego para esta nueva aventura universitaria, dejar atrás el pasado y ser alguien diferente, un nuevo yo, un yo al que no le interese nada, un yo más holgazán que de costumbre, un yo que haga y diga lo que quiera cuando quiera y porque quiera... Ja!! Sonrió y me imagino infinidad de historias que contaré cuando alguien me pregunte ¿y tu de donde saliste?
Llego a mi destino, bajo del micro y veo en la otra acera a un grupo de gente, entre ellos payasos, mimos y arlequines que promueven una campaña en defensa del medio ambiente, es una buena iniciativa, después de todo el planeta esta en decadencia y concienciar a la gente no esta mal, me detengo un instante a ver como reacciona la gente, “jdr! se me hace tarde” me grita una vocecita y pienso que mi conciencia me esta apurando –debe querer que empiece con el pie derecho mis estudios-; cruzo el parque universitario y mientras yo recién estoy de ida, otros ya están de regreso a sus casas, los veo caminar, pasan junto a mi en grupos de 3 a más, entre jóvenes y señoritas, todos están sonrientes, al parecer para ellos "estar en la universidad" no es una cosa de locos, tal vez mi vida universitaria no sea tan mala como me lo hicieron creer en mi casa, ful trabajos, exposiciones, profesores exigentes, exámenes tipo Nasa y lo más feo, leer y leer infinidad de libros llenos de teorías supuestamente importantes. "Naah, no debe ser tan malo :)"
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Ingreso al campus de la universidad, avanzo por la acera hasta llegar a mi facultad, miro en la pared la distribución de clases y horarios, me doy con la sorpresa de que ya es tarde (malditos payasos, me quitaron un tiempo valiosísimo) raudamente subo al tercer piso y encuentro la puerta de mi salón cerrada (genial, ahora encima de ser el nuevo también voy a ser el tardón) afortunamente no soy el único, afuera hay un tipo al que al parecer también se le hizo tarde (ahora no hay roche en tocar la puerta) conversamos de cosas irrelevantes… –Si el profe me pregunta porque llegue tarde, le diré que ayer me tire una trancaza y hoy no me pude levantar temprano– me dice él – total, para que le voy a mentir, tengo que serle sincero, estaba huasca y por eso he llegado tarde ¿si o no?- me pregunta; me rió de su punto de vista y toco la puerta, esperamos a que el profe se digne en abrirnos, en eso llega una compañera más (no que las mujeres son mas responsables jajaja). Nos saluda y pregunta si esta el profe dentro del salón, es obvio que sí, no creo que un grupo de revoltosos alumnos cerrara la puerta y esté adentro de lo más feliz, mientras nosotros estamos afuera preocupados por el roche de llegar media hora después. Luego de esperar alrededor de 5 minutos la puerta se abre e ingresamos, la clase esta llena, todos nos miran entrar, y yo siento que me señalan y piensan (oe y ese, quien es, de donde salio ¿es nuevo? que peinado tan gracioso, ¡aquí no te sientes nuevo!¡largo forastero!) camino un poco y decido sentarme cerca del tipo que me encontré al inicio, total, hacer conversacion con alguien, para ganar confianza en el grupo, no es una mala opción.
-Muy bien voy a recoger los trabajos- dice el profe, ¿trabajos? Pienso extrañado, si apenas he faltado una semana (semana que fue la primera del año) no puede ser que ya haya dejado trabajos y encima los vaya a revisar, ¿de que mas me perdí? El profe recoge los trabajos e inventa una excusa para retirarse, según él es jurado de una exposición de postgrado y tiene que irse, que le cuesta decir que no tiene ganas de dar clases o que no ha preparado absolutamente nada, todos sabemos que los primeros días no se hace nada, en fin, apenas he entrado y ya me toca irme, genial ¿para eso salí apurado de mi casa sin siquiera probar un bocado de mi almuerzo? Bahhhh. Esto no hubiera pasado si me hubiera matriculado cuando debía, a causa de mi recién descubierta holgazanería me vi forzado a escoger un curso en otro turno, dicho curso tocaba ahora (para los de esa sección), pero como yo no lo llevó en este grupo tengo que retirarme y volver por la tarde para avanzar lo que ellos hoy iban a empezar (suponiendo que su profesora empezara el dictado de clases recién este día y no hubiese iniciado ya la semana pasada como en este curso). Agarro mi fólder y salgo del lugar sin despedirme, después de todo no conozco a nadie y el tipo del inicio esta tan feliz conversando con sus amigos así que prefiero evitarme el roche de decir adiós y no recibir respuesta.
Camino un poco y pienso que hacer, podría ir a mi casa a comer algo y luego volver a la U para mis clases de la tarde, no estaría mal, pero a esta hora las combis están full y el sol es insoportable, así que decido quedarme a vagar un rato por los alrededores, conocer mejor las otras facultados (a lo mejor me encontraba a alguien conocido) atravieso el campus hasta llegar a un lugar lleno de árboles y estudiantes sentados en grupos en el pasto, al parecer están estudiando ¿o no? ....Bueno no me interesa, después de todo, cada quien hace de su vida lo que quiere, además yo había optado por hacer lo mismo, olvidar todo lo pasado y ser alguien nuevo, aunque hasta ahora no conseguía ponerlo en practica.
Compro algo de comer en uno de los tantos kioscos ubicados dentro de la universidad y me siento a escuchar música bajo un árbol, como jugando conmigo el destino hace tocar en el mp3 los primeros acordes de guitarra de “LA MURALLA VERDE ” de los Enanitos Verdes, hasta entonces, siempre había pedido señales, algo que me ayudase a cambiar de rumbo a mi vida, algo que remueva el lado negativo de mi ser y me ponga mas fresh, mas libre, para en un arrebato de locura hacer un cambio radical en mi forma de vivir.
"Estoy parado sobre la muralla que divide, todo lo que fue, de lo que ser [...]".Canta marciano en mis oídos, aquello me motiva a mantener en pie la propuesta inicial (la de cambiar mi forma de vida), a unos metros esta sentada una flaca leyendo una novela, puedo ver el titulo de la tapa .... dice “Veronika decide Morir”, jamás me di la molestia de terminar un libro, y en las épocas de colegio la hora de Literatura la dedicaba a conversaciones con mi grupo de amigotes.... De pronto, algo me motiva a pararme y a acercarme a la dama que esta sentada debajo de un arbol...
-Hola, puedo conseguirte una soga si deseas- le digo sonriendo; responde mi saludo y me mira extrañada, -lo digo por el titulo del libro, espero que no estés pensando en suicidarte- le replico, -Ah, para nada, aunque no me creas esta novela no te incita a morir por el contrario te da ánimos de vivir- me responde; me presento y gentilmente me invita a sentarme, hablamos un poco de lo que estamos estudiando y de las desventuras que ambos sufrimos para estar en donde estamos, primero: horas y horas de estudio para ingresar, luego inmensas colas para poder matricularse, luego horas de trabajo para conseguir el dinero que financie nuestra estancia en la universidad, me dice que vive por Ormeño, que estudió en el Micaela Bastidas (las chaveteras), que ingresó a la primera, que le gusta la historia y que le encanta leer, entonces suelta una pregunta que me deja frió por un instante...¿te gusta leer?... estoy apunto de decirle que no, pero recuerdo que había pensado en no ser el mismo de siempre, así que respondo que "Sí, por supuesto que me gusta leer, de hecho la semana pasada terminé Cien años de soledad, la aclamada novela de Gabo" le comento... -¿que bien, yo también la leí, y que te pareció el final?- me pregunta... '¿ahora que hago?'(pienso), lo único que sé de esa obra, es que la escribió un colombiano, pero jamás la he leído, ni se cuales son los personajes y mucho menos cual es la trama, había dado la respuesta anterior porque fue lo primero que se me vino a la mente.... -genial, no me lo esperaba, realmente te deja un gran mensaje- le digo y tratando de evitar mas interrogatorios acerca de algo que no sé, le pregunto que otras cosas le gusta hacer. –Leer, caminar, escuchar música y ver películas- me dice ella; excelente dijo música, si hay algo en lo que he estado inmiscuido durante toda mi existencia ha sido la música, la voz del alma, la mejor manera de expresas lo que uno lleva dentro.
Cojo mi audífono y se lo doy para que escuche la (según yo) buena música que tengo en el mp3, siguen cantando los enanitos verdes, pero esta vez la canción es “IGUAL QUE AYER”, me dice que le gusta y mueve la cabeza al compás de la batería, acompaño la música con un par de gallos y ella se apunta a hacer una especie de dueto en un par de canciones, todo va bien hasta que me dice que tiene que clases (Ash, había olvidado que estábamos en la universidad), siento ganas de incitarla a faltar y quedarnos un rato más, después de todo son los primeros días y no creo que los profesores hagan cosas muy importantes, pero un flashback me recuerda que le gusta leer, es decir, no aceptaría ni a balas mi propuesta y de remate yo quedaría como un vago; así que me ofrezco a acompañarla hasta su escuela.
Mientras caminamos sale a flote otra vez la novela del Nóbel, y me empieza a mencionar infinidades situaciones que le gustaron del libro, habla de el sufrimiento de una tal Ursula, de los hermanos gemelos que murieron a la misma hora, obviamente, no tengo ni la mínima idea de lo que me dice, pero para fingir mi ignorancia le digo que, que esas partes son geniales, que muchas veces me enredaba con los nombres de los personajes (si claro), llegamos a su aula, -Aquí estaré de lunes a viernes, puedes venir a visitarme si quieres- me dice mientras nos despedimos, -claro, de todas maneras vendré por aquí un par de ocasiones- le digo y me voy a mi facultad, es hora de mis clases, es raro como pasa el tiempo cuando estas con alguien divertido, ingreso al salón y encuentro solo a tres personas ¿y los demás? me siento lejos de todos para seguir escuchando música, minutos después ingresa la profesora, se presenta y dicta clases, aburridas y sin nada interesante, no me llama la atención su curso, no entiendo porque carambas tienen que enseñarnos calculo, ya se sumar y restar, no necesito nada mas para cobrar mi sueldo, decido no prestar atención y pensar en que pasará la próxima vez que mi nueva amiga me haga preguntas de novelas que supuestamente he leído, no creo poder sostener la mentira mucho tiempo, si quiero seguir hablando con ella, por lo menos tengo que leer una novela, o al menos saber algún argumento para salvar mi mentira.
Salgo de la universidad, es de noche y no he llevado una chompa o casaca que me guarde del frió que invade mi piel, no se, pero siempre me ha parecido de lo mas anti fashion caminar con chompa o casaca en pleno sol (recuerden que estuve desde la mañana en la U) esta vez aquel tonto pensamiento me esta pasando factura, decido correr hasta la avenida donde cogere mi combi para calentarme un poco, en el camino me encuentro con una tienda de libros, compro "Cien años de soledad", la seño me entrega la novela y reviso el numero de paginas que tiene ¿374? "maldición porque no escriben libros cortos, porque hacen larga sus historias, jodidos escritores, como les gusta gastar hojas, pobres arbolitos, por su culpa ya no hay árboles," pienso; es demasiado para leerlo en una noche, lo guardo y regreso a mi casa indignado, había decidido dejar de hacer cosas por obligación, pero metí la pata al decir que si leía, así que tenia que leer la novela para no quedar mal frente a la chica de debajo del árbol.
Sentado en la combi, como siempre cerca a la ventana, nuevamente me fijo en la gente que camina por la calle, esta vez parecen mas tensos, preocupados, algo ha ocurrido con ellos durante el día; a veces las cosas no salen como uno quiere, la sociedad, o mejor dicho nuestra boca nos compromete a hacer cosas que pocas veces queremos hacer, pero que tenemos que hacer para salvar "esa" reputación que algunos tienen sobre nosotros. Bien lo dice el dicho de “el pez muere por la boca” ¿es un dicho? O es solo una frase, no sé y tal vez nunca lo sepa, no tengo ganas ni de buscarlo en Internet, hay cosas mejores que hacer llegando a casa, revisar el correo, el facebook y colgar entradas en un blog que estoy empezando a armar para olvidarme de mi triste mundo pasado y empezar en un uno nuevo, uno mejor y más divertido, uno en el que ser alguien diferente tenga su lado positivo y, definitivamente, uno en el que siempre sea yo el único actor de mi destino, pero me doy cuenta que tal vez sea mas difícil de lo que pienso, pues en esta película eterna, existen varios actores más, cada quien con una forma distinta de ver las cosas, y aunque no quiera admitirlo todos juegan un papel importante dentro de nuestra película interna, esto ha sido así y seguirá siendo así por el resto de mis días. En fin, a mal tiempo buena cara.
Ha pasado casi un año de aquel día y no he vuelto a ver a la chica de "debajo del arbol", no sé que será de ella, aunque un par de veces pasé por su escuela no la he visto, he preguntado a otras personas por ella, pero no me dan razón de su existencia ¿me la imagine? O ¿es que nunca pasó?, lo único que tengo seguro es que aunque uno quiera hacer su vida y desligarse de los demás, estos siempre influyen en nuestra forma de ser y en nuestro destino.


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